Inter Miami Se Apaga en Silencio… Y Nadie Hace Nada
- Jorge Santa Cruz
- Apr 25
- 3 min read

Cuando Lionel Messi llegó al Inter Miami para disputar la Leagues Cup, parecía que estábamos viendo una serie de Netflix desarrollarse en vivo. La magia, los goles, las asistencias, los clips virales… no era solo fútbol, era oro puro para el entretenimiento. Messi, Busquets, Alba, Cremaschi… una secuencia de pases que terminó en uno de los mejores goles jamás vistos en suelo estadounidense, en Nueva York contra los Red Bulls. El equipo bailaba. Los estadios se llenaban. ¿La marca? En pleno estallido.
Pero de esa cima cinematográfica, el Inter Miami ha caído a una realidad incómoda. No es una caída de gracia, sino de grandeza. De ese equipo audaz que sorprendía a todos, a un conjunto que hoy sufre para marcar un solo gol por partido. De ese “Messi-led revolution” a… algo que parece más un reinicio sin dirección.
Un equipo que se olvidó de entretener
Hablemos claro—el Inter Miami no da gusto verlo en este momento. Sí, Messi sigue aportando destellos, pero el equipo se ha vuelto lento, predecible, y sin ideas. Los rivales ya aprendieron cómo marcarlo. Y lo peor: el técnico no. Javier Mascherano, novato en el banquillo, juega con miedo al resultado. Pero en el mercado estadounidense, así es como se pierde todo.
Esto no es Europa. En EE.UU., venden los goles. Los highlights son cultura pop. Las goleadas generan historia. Un 1–0 no construye marca—la aburre. El Inter Miami está al borde de convertirse en otro equipo más de la MLS con una estrella famosa, en lugar del fenómeno global que prometía ser.
El Mundial de Clubes puede ser un desastre
El cercano Mundial de Clubes es la verdadera prueba de fuego para la marca. Un escenario que podría consolidar a Inter Miami como franquicia seria a nivel mundial—o exponerla como un club con brillo pero sin estructura. Si el rendimiento es pobre, prepárense para los memes, las críticas y un golpe fuerte al relato de la era Messi. El tipo de papelazo que deja marca.
Y ni hablemos de la Concachampions. Que hoy muchos vean como dudosa la posibilidad de vencer a Vancouver dice todo sobre el presente del equipo.
El dilema De Bruyne: ficharlo o hundirse
Solo hay una forma de cambiar esta narrativa—y rápido: Kevin De Bruyne. Si Inter Miami no logra traer a un mediocampista de clase mundial que libere a Messi de cargar con todo, el 2024-25 podría ser el principio del fin. De Bruyne aún tiene gasolina, visión y, sobre todo, hambre de competir. Es justo lo que necesita un medio campo desgastado y sin chispa.
Sin un fichaje de ese nivel, solo veremos a Messi intentar salvar a un equipo roto. Y eso ya no es marketing… es tragedia.
La marca está por encima del resultado
Hay que decirlo claro: Inter Miami no es solo un club. Es una marca global en construcción. Los fans aún aparecen en cada ciudad. Pero en casa, las taquillas están empezando a caer. El hype no es eterno. Si no vuelven a dar show—y pronto—este capítulo mágico puede esfumarse sin gloria.
Esto ya no va de estadísticas ni trofeos. Se trata de legado, negocio, entretenimiento, emoción. Por eso, el momento de actuar es ahora. Antes de que la era Messi se convierta en otro “qué hubiera pasado si” en la historia del deporte estadounidense.
Hay que golear. Hay que emocionar. Hay que construir recuerdos.Eso fue lo que Inter Miami prometió.Y ahora parece un equipo que olvidó su propio guion.