Cuba y su Risa: Los Comediantes que han Definido el Humor de la Isla
- Jorge Santa Cruz

- Mar 26
- 3 min read
Hablar de humor cubano es hablar de ingenio, picardía y una identidad tan fuerte que atraviesa generaciones. Pero no todos los comediantes logran capturar la esencia del cubano con tanta maestría. A continuación, presentamos a los cuatro humoristas que han dejado una huella imborrable en la historia del humor de Cuba, con el indiscutible número uno: Guillermo Álvarez Guedes.
1. Guillermo Álvarez Guedes: El Maestro del Chiste Cubano
Si hay un humorista que definió el alma del cubano en cada chiste, ese fue Guillermo Álvarez Guedes. Su genialidad no radicaba solo en su acento o en su manera de decir malas palabras, sino en su talento para narrar historias con un timing perfecto y un "punch line" demoledor. Su humor era cubano en estado puro: espontáneo, irreverente y cargado de costumbrismo.
Un ejemplo de su humor clásico:
"Mira, chico, ¿tú sabes cuál es el problema de los cubanos? Que cuando estamos en Cuba, queremos irnos; y cuando nos vamos, nos pasamos la vida hablando de Cuba."
O este otro, que refleja su genialidad para jugar con lo cotidiano:
"Había un tipo tan tacaño, pero tan tacaño, que cuando fue a donar sangre le pidieron el tipo y dijo: 'Habanero'."
Guillermo no solo nos hizo reír, sino que nos hizo sentirnos más cubanos con cada chiste.
2. Tres Patines (Leopoldo Fernández): El Rey del Enredo
El personaje de José Candelario Tres Patines, interpretado por el icónico Leopoldo Fernández, es sin duda el personaje cómico más trascendental de la radio y la televisión cubana. Su carisma y capacidad para enredar todo con su juego de palabras lo convirtieron en el "pícaro" favorito de todos. Su talento actoral era tan inmenso que, sin él, el personaje no hubiese tenido la misma trascendencia.
Un clásico de Tres Patines:
"Yo no robé la gallina, chico, lo que pasó fue que la gallina se metió en mi casa y yo, para que no se sintiera sola, la metí en la olla."
Su manera de jugar con el lenguaje y su visión tan fresca de la vida convirtieron a Tres Patines en un referente obligatorio del humor cubano.
3. Antolín El Pichón: El Guajiro en la Ciudad
El último gran comediante cubano que logró capturar la esencia del "guajiro" intentando adaptarse a la modernidad es sin duda Antolín El Pichón. Su humor sencillo, pero lleno de sabiduría popular, lo ha convertido en un ídolo para varias generaciones. Su personaje representa al cubano de campo que quiere insertarse en la sociedad del primer mundo, con todos los enredos y malentendidos que eso conlleva.
Un ejemplo de su humor:
"Fui al médico y me dijo que tenía que hacer ejercicios... Empecé a correr todas las mañanas... Atrás del panadero, porque si no, me quedo sin desayuno."
Su espontaneidad y la forma en que refleja la realidad del cubano promedio lo hacen merecedor de este puesto.
Mención Especial: El Pible, el Humorista de la Sutileza
Si bien el humor cubano se caracteriza por su ligereza y caribeñismo, El Pible rompió con ese molde, apostando por un humor negro e intelectual. Su estilo más ácido y crítico lo ha alejado del estereotipo del cubano fiestero y despreocupado, mostrando una faceta más analítica del humor en la isla.
En una de sus presentaciones, dijo:
"Dicen que el cubano se las sabe todas. ¿Tú sabes por qué? Porque cada vez que aprendemos algo nuevo, lo tenemos que usar para resolver."
El humor cubano es un reflejo de su gente: ingenioso, irreverente y con una capacidad única para hacer reír incluso en los momentos más difíciles. Álvarez Guedes, Tres Patines, Antolín y El Pible han sido piezas fundamentales en la evolución del humor cubano, cada uno dejando su marca de forma irrepetible. ¡Y mientras haya cubanos en el mundo, siempre habrá alguien contando un buen chiste!






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